Esta es una manera muy fácil y sabrosa de preparar el pollo, sale muy jugoso y el relleno es muy suave. Voy a proponer dos rellenos muy parecidos.
Un pollo campero deshuesado
Una loncha de jamón de medio centímetro de grosor
200 gramos de panceta cruda oreada
Unas cebolletas
2 alcachofas
Medio solomillo de cerdo
Unos ajos
Un huevo
Sal
Pimienta
Perejil grasa de pollo o aceite.
OTRO RELLENO
Sustituimos el solomillo y la panceta por medio secreto y unos calamares pequeños limpios y añadimos a la masa una copita de vino de Jerez seco o blanco en su defecto.
Sale más suave que el anterior y tiene un sabor muy especial. A mí me gusta más de esta manera.
PREPARACIÓN
Cortamos los ingredientes en trozos grandes para luego picarlos en la máquina .
Una vez molidos todos los ingredientes añadimos un poco de sal teniendo en cuenta que el jamón va a salar, pimienta molida y perejil; luego ponemos un huevo sin batir y mezclamos muy bien. Rellenamos el pollo y cosemos con algodón las aberturas.Frotamos el pollo relleno con aceite o grasa, perejil, sal y pimienta y lo dejamos reposar al menos un día (si queremos).
Ponemos el pollo sobre cuatro rodajas de limón y al horno.
Esta vez he calentado el horno muy rápido durante poco tiempo con ramas y tablitas finas de manera que sólo ha alcanzado unos doscientos grados, esto se consigue cuando la cúpula se pone blanca la primera vez y lleva unos 30 minutos.
De esta manera el horno no se ha calentado lo suficiente por lo que empezará a hornear a unos 180 grados pero cae rápidamente de temperatura y se estabiliza a la hora en unos 100º. Sin abrir el horno más que para comprobar un par de veces lo dejamos unas cuatro horas, saldrá muy tostadito por fuera y jugoso por dentro. El horno se ha mantenido después de la primera hora a unos 70º y esa temperatura hará que se conserven todos los jugos y que la cocción por dentro sea óptima. La salsa que suelta se cuela y se sirve con las rodajas del pollo.
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