INGREDIENTES
4 filetes de atún
dos patatas medianas
una cebolla mediana
dos dientes de ajo
una latita de pimiento morrón
vino fino
albahaca
perejil
sal un vasito de agua
un poco de grasa de pollo
aceite virgen extra de oliva.
PREPARACIÓN.
Es un plato muy sencillo de preparar y muy sabroso para un pescado tan seco como el atún -también vale para el pez espada, le quita ese sabor a petróleo tan característico-. En unos minutos y sin ensuciar muchos caharros.
Cortamos la cebolla en rodajas finas para que después quede en hebras, tampoco tienen que ser demasiado finas; y las colocamos en el fondo de una sartén plana grande, de manera que ocupen todo el fondo. Hacemos igual con las patatas y las colocamos encima en otra capa, sazonamos un poco, añadimos una cucharada de grasa de pollo (*), unos ajos loncheados, un chorreoncito de aceite, medio vaso de vino y otro medio de agua. Ponemos a fuego lento, tapamos para que no se escape el vapor a otra cosa.
Mientras que se hace lo anterior, tarda menos de lo que parece, untamos el fondo de una sartén con grasa de pollo -untar, muy, muy poco- o lo mojamos con unas gotas de aceite y extendemos con una servilleta; un trocito de tocino vale lo mismo. Ponemos la sartén a fuego fuerte y cuando está que echa humo ponemos los filetes para que se sollamen de golpe, vuelta y vuelta, otra vuelta y vuelta y enseguida a la sarten sobre las patatas.
Con este paso lo que hacemos es sellar el atún de manera que no suelte los jugos, se asa la capa más superficial y se seca impidiendo a estos salir, así los sotarán cuando converga.
Una vez colocados sobre las patatas, unos pimientos morrones con su caldo correspondiente, acabamos de sazonar y antes de un momento ya está hecho.
El atún sale muy jugoso y se deshace en las vetas características. el acompañamiento le va muy bien y es un plato bueno, barato, fácil y resultón.
Bon apetit.
(*) Lo de la grasa de pollo es muy fácil y conveniente. Cuando compres un pollo entero lo limpias tú, que no pasa nada, y le quitas todoas las pellas de grasa que tiene adheridas a los muslos y cerca de la cola, con piel, no importa. Lo pones todo en una sartén sin nada y al fuego. Poco a poco va soltando la grasa hasta que queda reducido a unos chicharroncitos. Dejas que se enfríe, cuelas y la guardas en un bote con tapa en el frigorífico.
En Navidad aprovechas la del pato y haces lo mismo, está "de muerte".
Son exquisitas para añadir como condimento; paellas, salsas, carnes... mejoran el sabor con poca cantidad que pongas. Prueba, verás.
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