Este es maravilloso plato de cuchara para los días fríos. Ingredientes sencillos y sabor imperial. No se tarda demasiado en hacerlo y lo puedes hacer por la noche, mientras que preparas la cena, para comértelo al día siguiente, estará mejor.
250 gramos de judías blancas, judiones o similar.
PREPARACIÓN.
Lo mejor es tener las judías ablandadas en agua desde unas doce horas antes.
Corta la cebolla a trocitos no muy pequeños y los ajos en lonchas, ponlo todo en en la olla con un poco de aceite y ablándalos a fuego bajo y cuando estén añade los trozos de bacalao. Muévelo despacio para que el bacalao no se pegue y los trozos no se deshagan.
El bacalao debe quedarse a media cocción, así que no lo dejes mucho rato, añade un vaso de vino blanco, el perejil y que cueza todo un poco. Antes de que el vino se evapore verás que se forma una salsita blanca con el jugo del bacalao, es el momento de sacar los trozos y reservarlos. Ahora añade bastante agua y, cuando empiece a hervir, añade las judías, tapa la olla y a cocer. Si las judías son buenas no se abrirán y ablandarán pronto, ve probando y refrescando la cocción con agua fría de vez en cuando y cuando estén casi del todo añade las almejas y el bacalao y termina de cocer, rectifica de sal y ya está.
Puedes tardar unos tres cuartos de hora en todo dependiendo de las judías.
Si lo haces en una olla de hierro colado o barro salen exquisitas y si no también.
INGREDIENTES para 4 ó 5 personas.
250 gramos de judías blancas, judiones o similar.
Una cebolla, con perdón, pequeña o medianita -más pequeña que una pelota de tenis-
Un par de dientes de ajo
Perejil
250 gramos de almejas, si son grandes mejor.
150 - 200 gramos de bacalao desalado, si es fresco tampoco pasa nada.
Vino de Montilla. Si no tienes de Montilla de otro pero que no sea dulce ni tinto. Si le pones sidra casi mejor.
Aceite de oliva virgen extra. Hace falta que sea exprimido a mano en frío durante la noche mientras se oye cantar a Angelillo.
Lo mejor es tener las judías ablandadas en agua desde unas doce horas antes.
Corta la cebolla a trocitos no muy pequeños y los ajos en lonchas, ponlo todo en en la olla con un poco de aceite y ablándalos a fuego bajo y cuando estén añade los trozos de bacalao. Muévelo despacio para que el bacalao no se pegue y los trozos no se deshagan.
El bacalao debe quedarse a media cocción, así que no lo dejes mucho rato, añade un vaso de vino blanco, el perejil y que cueza todo un poco. Antes de que el vino se evapore verás que se forma una salsita blanca con el jugo del bacalao, es el momento de sacar los trozos y reservarlos. Ahora añade bastante agua y, cuando empiece a hervir, añade las judías, tapa la olla y a cocer. Si las judías son buenas no se abrirán y ablandarán pronto, ve probando y refrescando la cocción con agua fría de vez en cuando y cuando estén casi del todo añade las almejas y el bacalao y termina de cocer, rectifica de sal y ya está.
Puedes tardar unos tres cuartos de hora en todo dependiendo de las judías.
Si lo haces en una olla de hierro colado o barro salen exquisitas y si no también.
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