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domingo, 3 de julio de 2011

Muslos de pollo rellenos de puntillitas en salsa de almejas. Mi prima Elmi me inspiró este plato.

   Mi prima Edelmira es hija de los tíos Amador y Juliana, tío Amador es hermano de mamá. Elmi, como familiarmente se la conoce -y sólo familiarmente- es inspectora de educación y para el resto de los mortales es doña Edelmira, no le apea del tratamiento ni al ministro.
    Es una mujer que impone por su gran porte -más bien grandona- y su carácter seco y cortante, pero como es guapetona pues desconcierta más. Una vista suya a un instituto creo que es un acontecimiento temido y nunca esperado, según ella misma me cuenta pone de los nervios a secretarios y directores y les hace pasar unos días con continuas ganas de llorar. Para mí que lo hace por disfrutar, lo cual demuestra aún más su mala leche. Sin embargo, en el colegio donde tiene su hija, y al que no inspecciona, es donde más se le teme. Creo que la forma cada dos por tres con cualquier cosa, desde las excursiones hasta el menú del comedor pasando por la profesora de religión y por el aula de audiovisuales que sólo tiene ocho altavoces lo cual, según ella se pone, debe ser algo particularmente penoso. Con todo eso consigue que a la niña la única que se le acerque sea la presidenta de la Asociación de Madres; ella misma, ¡cómo no!
    Edelmira nunca tuvo complejos con su cuerpo y sus ganas de comer, recuerdo cuando pequeños que nos pasábamos los veranos en el río y en las albercas bañándonos y ella ya usaba el bañador de su madre y lo llenaba mientras que yo enseñaba unas patillas muy blancas y flacas por la pernera de un enorme bañador negro con una cinta azul en el filo. En realidad a mi todo me quedaba grande y a ella todo pequeño. Muchas veces me decía: "mira  a Paqui, la de don Álvaro el practicante, que patillas más finas tiene, como las tuyas; en cambio yo grandes y fuertes, mira que muslos". A veces me dan ganas de vender los recuerdos a algún profesor aunque me temo que no tendría valor después para hacer uso de ellos.
   Pues bien, en recuerdo de los muslos de mi prima Edelmira y sabiendo que a ella no le molesta -siempre en familia naturalmente- cociné este plato  que espero que os guste.
 Un plato de los de impresión, con una presencia muy buena y un sabor exquisito; barato y que no tiene nada que envidiarle a la pularda o a los picantones, y si lo hacemos con muslos de pollo campero entonces es un plato de cinco tenedores.




INGREDIENTES
Muslos de pollo
Puntillitas o calamaritos
Tocino oreado con veta
Almejas frescas
Un pimiento rojo seco
Sal
Perejil
Pimienta en polvo
Ajo
Vino fino
Aceite de oliva

PREPARACIÓN
   Vaciamos los muslos de pollo y le sacamos la carne del interior hasta que queda una capa uniforme como de medio centímetro de grosor con forma de copa.
  Ponemos un pimiento rojo seco -cornicabra o dos ñoras- en orujo durante un día si es que no lo tenemos preparado de antes.
   Con la carne que hemos sacado del interior de los muslos, unas puntillitas a las que les hemos quitado los ojos y la pluma, el tocino, muy poco y un diente de ajo hacemos un picadillo con el cuchillo lo más pequeñoque podamos; mezclamos bien, salpimentamos y rellenamos los muslos. Los ponemos con la punta hacia arriba en un recipiente en el que quepan justos y los bañamos con el orujo del pimiento. Lo dejamos todo al menos medio día para que la carne se impregne del alcohol.
  En una sartén de hierro fundido -o una honda antiadherente si no tenemos la otra- ponemos un poco de aceite y doramos los muslos con cuidado de que no se desarme todo, ten en cuenta que no están cerrados por ninguno de los dos lados, así que es mejor colocarlos como una copa boca abajo y luego colocarlos de lado para freirlos poco a poco.
 Cuando están dorados y calculamos que se ha cocido el interior le añadimos las almejas lavadas, un poco de perejil, un chorreoón de vino, la carne del pimiento y el orojo en el que han estado mojados los muslos y tapamos. Esperamos que se abran las almejas, ligamos la salsa moviendopero sin que se evapore del todo y servimos.
  Muy buenos

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