En mi familia, como en tantas otras hay un miembro que no es de aquí; en realidad es medio de aquí. Es de aquí pero su padre no era de aquí. El ya se puede considerar de aquí pero su padre era extranjero, de la Gran Bretaña. Mi tío Elías Dogger estaba casado con tita Ana, una de las hermanas de mi madre, ahora su viuda. Se conocieron durante un viaje de ella a Inglaterra, se enamoraron, ella se vino, se carteaban constantemente, él se presentó aquí, mis abuelos se llevaron un susto de muerte, decidieron casarse, mis abuelos se volvieron a llevar otro susto de muerte y se casaron. Fueron muy felices y tuvieron un hijo, mi primo Elías que es el vivo retrato de su padre. Él, hijo de un acreditado fabricante de paraguas inglés, ella, hija de una acomodada familia sureña: el matrimonio ideal. El tío Elias, perdido por la sureña, se instaló por su cuenta aquí, abrió uns nueva fábrica de paraguas e hizo otra fortuna con lo que muchos dejaron de reirse con lo de los paraguas, incluído mi abuelo.
Tita Anita es ahora una viuda regordeta, guapetona, rica, siempre bien vestida y parece tonta, pero no lo es. Las pilla al vuelo a pesar de esa eterna sonrisa que te hace pensar que no se entera de nada. Es muy religiosas y tiene un club de viudas -una del club es solterona y viuda por afición- en el que hablan de todo y meten las narices en la vida de todos. Cocina muy bien y es ella la que se ocupa de cuidar y alimentar a mi primo Elías.
Primo Elías vive con su madre, es un solterón polletón sin ganas de dejar de serlo. Un dandy como su padre de modales exquisitos y una elegancia que ya quisiéramos el resto de la familia, donde abundan los poco finos. Heredero de una fábrica de paraguas que deja píngües beneficios y que dirije su madre, es detective privado y no sé de qué casos se ocupa porque no los cuenta, son confidenciales dice, así que puedo presumir la mitad nada más por tener un primo detective.
Elías hijo es tan buen cocinero como su madre, lo ha heredado de ella, y prepara algunas cositas magníficas, como estos filetitos a la inglesa con salsa de puerros.
Otro día contaré cosas de tita Anita, es muy cariñosa conmigo.
INGREDIENTES para cuatro
250 gramos de carne de cerdo
50 gramos de jamón serrano
50 gramos de tocino salado con veta
Un calamar
Dos puerros
Tres dientes de ajo
Perejil
Unos piñones
Un cuscurro de pan
Aceite de oliva
Vino fino
Sal
Pimienta blanca molida
PREPARACIÓN
Picamos con máquina el jamón, el tocino, el calamar, un diente de ajo, el perejil y la carne en ese orden, procurando que no queden trozos gordos de ninguno y que todo quede homogéneo; más vale pasarse en la picada que no llegar y que haya trozos de distintos tamaños.
Hacemos con las manos pequeñas "hamburguesas" que aplástaremos bien, ampanaremos directamente, sin huevo, en pan rallado y freiremos en aceite muy caliente, conforme las vamos friendo las ponemos en una olla y tapamos para que no se enfríen.
Cuando hemos acabado de freir los filetitos echamos en la misma sartén, bajando el fuego un poco los puerros y cortados en trozos lo más grandes posibles, los dos ajos y cuando estén blanditos los sacamos y al vaso de la batidora. Freímos un cuscurro de pan y a la batidora, añadimos agua, vino y los piñones crudos y lo molemos todo muy bien.
Echamos en la olla la salsa, al fuego y a que hierva y reduzca. Están muy buenos, parece mentira que este plato venga de Inglaterra, pero viene.
REPITO:
Carne, jamón, tocino, calamar, ajo, perejil, sal y pimienta. Picamos y hacemos hamburguesitas. pan rallado y freir.
Puerros. ajos, pan un poco fritos, agua, vino, piñones y sal y lo molemos en la batidora.
Todo a la olla y que hierva y reduzca.
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