Buscar en este blog

viernes, 27 de mayo de 2011

Costillas de cerdo con salsa de pimientos secos y piñones




INGREDIENTES
Una tira de costillar de cerdo bien limpia
un pimiento seco cornicabra
tres dientes de ajo
azafrán hebra
una cebolla mediana
vino generoso
unos pocos de piñones 
sal
pimienta blanca y negra molidas
aceite de oliva virgen
y una galleta María
PREPARACIÓN

   Antes que nada hay que quitar la tapa al pimiento cornicabra, limpiarlo de semillas y sumergirlo en agua, dentro de un vaso alto o un recipiente similar, una noche  entera para que se hidrate y la carne vuelva a estar fresca. Después aprovecharemos el agua también.
  Cortamos el costillar en trocitos y los sofreimos con aciete de oliva muy caliente para que se le cierren los poros y no se le escapen demasiados jugos, en el mismo aceite, si es posible, y si no en otro se fríe n despacito un par de ajos, una cebolla pequeña entera y, casi al final, un puñadito de piñones.
   La cebolla la sacamos cuando empiezan a caérsele las capas pero todavía está cruda en el interior, los ajos justo en el momento de ponerse amarillentos y los piñones dorados. Que no se queme nada para que no amargue la salsa. Conforme van estando se van poniendo en el vaso de la batidora con un chorrito de vino,  un poco de aceite de freírlos y un ajo crudo. 
Ahora viene lo del pimiento. Sacamos el pimiento del vaso, lo abrimos a lo largo, lo extendemos sobre la tabla y lo raspamos hasta sacarle toda la carne y que se cuele ningún trocito de pellejo. Pues bien, esa pasta y el agua del vaso se la añadimos a lo anterior. Molemos con la batidora hasta conseguir un líquido rojizo poco espeso, le añadimos la galleta y molemos otra vez. Reservamos.
   Cuando tenemos la carne doradita le echamos una rociada de vino, tapamos y dejamos que se "moree", que pierda el alcohol y que blanquee el aceite. Ese es el momento de añadir lo de la batidora.
  Añadimos el azafrán, las pimientas y la sal y dejamos hervir hasta que reduzca.
  Terminamos la salsa a nuestro gusto dejándola con la cosistencia que queramos y servimos bien calentito.

   Es un Plato exquisito. Tiene un paladar magnífico con una gama de sabores que parece mentira que hayan salido de tan pocas cosas. Bien presentado con el acompañamiento que prefieras es impresionante y ninguna visita se quejará de que le pongas costillas de cerdo.

  Casi nunca escribo de acompañamientos porque eso es algo muy personal que hace distintos a los platos, en este caso unas patatas fritas tal cual están de muerte.
Recomiendo este plato.
  La galleta María espesa mínimamente la salsa y acompaña bien a los piñones.




  

No hay comentarios:

Publicar un comentario